Jueces se aventaban la papa caliente, saben que es un caso político
Es común en todo el país fabricar delitos en este tipo de casos
Hay un derecho escrito, pero en los hechos no lo aplican
La primera traba: ¿Qué juez los tiene? ¿Dónde quedó la bolita?… o la papa caliente
“El lunes pasado (18 de junio) fue la ocasión en que tuvimos la primera oportunidad de entrar al penal de Villa Aldama. Hasta entonces, se habían recabado los datos de que ahí estaban diez personas. Logramos entrevistarnos con ellos, logramos entrar. Es curioso, porque a los primeros compañeros no les daban más informes.”
“Yo fui –dice la abogada– para, con la cédula profesional, exigir que me dejaran entrar. Pudimos ir platicando con cada uno de los compañeros. En condiciones totalmente adversas, digamos, en cuanto a las instalaciones, porque no tiene uno la oportunidad de tener mayor cercanía. Es a través de un plástico grueso, totalmente cerrado, y nada más unos agujeritos por donde puede pasar la voz, pero no hay otra posibilidad de mayor contacto humano con los compañeros”.
“Fue cuestión de platicar uno por uno. Les preguntábamos sus datos. Nombre, edad, y en qué condiciones estaban. Uno de ellos tiene una bala (en el glúteo), todos golpeados, algunos con las huellas visibles, porque tienen las heridas en la cara. Algunos que lograban abrirse un poco la ropa, para ver los moretones, las costras. Y ahí fui para decirles que iba a ser su abogada, porque era cuestión de empezar a actuar. Porque ahí los habíamos visto, pero no sabíamos a disposición de qué juez estaban. No sabíamos más. Hasta que salimos de platicar con cada uno de ellos, se pudo preguntar a disposición de qué juez. Nos dicen que del juez de Chicontepec, pero entonces ya tomamos datos, porque quien tenía que estar actuando no era Chicontepec, pues estábamos en Villa Aldama, entonces habían mandado exhorto de Chicontepec a Jalacingo. Salimos de ahí ya con el teléfono de Jalacingo, y ahí mismo en Cerro de León, la comunidad de Villa Aldama, cerca del reclusorio, del Cereso, hablé por teléfono a Jalacingo y me dijeron que no ellos no lo tenían. Porque como ellos, a su vez, tenían mucho que hacer, le habían mandado exhorto a la juez municipal de Villa Aldama. Fue ir rápido a alcanzarla, porque ya eran más de las doce horas, entonces se nos iba a ir del juzgado. Alcanzamos a la juez, pero ella me dice ‘me lo acaban de entregar’. En efecto, ese día tiene el sello de recibido a las 14 horas y fracción, que le mandaron el exhorto.”
Segunda irregularidad: Nadie tiene derecho a maltratar a los detenidos
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